Bueno aqui continua el sueño...El ángel le dice que las tres causas por la que los jóvenes se condenan son los malos compañeros, los malos hábitos y las malas lecturas y le dice que escriba lo que ha visto y los dos remedios para todos: la obediencia a los superiores y la frecuencia de los sacramentos. Luego el ángel y Don Bosco entran por los portones viendo inmensas murallas de un color espantoso y al final muchas puertas con letreros que decían: Malvados al fuego eterno. Luego entraron por una de las puertas y ve una luz como de fuego, de inmediato ve caer a muchos jóvenes entre ellos unos del oratorio a ese fuego, al caer a lo profundo llegaban los demonios y los chicos empiezan a agredir a sus compañeros con un gran odio y después los jóvenes levantan su mirada al cielo y ven a aquellos que despreciaron en la tierra que ahora son bienaventurados.
Luego el ángel lo invita a seguir caminando y Don Bosco comienza a ver muchos jóvenes asquerosos y desgraciados, recorrió casi mil millas y cada milla contenía una puerta la cual le mostraba los pecados cometidos por estos jóvenes.
Luego al llegar a la puerta más alejada del fuego del infierno, el santo la toca y pega un grito de dolor, y se despertó. Tenía la mano hinchada, se había quemado durando varios días heridos. Y luego de su recuperación escribe lo que sucedió en su sueño y les hace esta reflexión: “Queridos jóvenes, no os he dicho estas cosas en toda su cruda realidad, ni como las vi, para no asustaros demasiado, sabemos que nuestro Señor nunca describió el infierno tal como es sino que se sirvió de imágenes y figuras para comprenderlo mejor. Ningún hombre mortal puede comprender estas cosas…” (Don Bosco).