Y luego de esto apareció un ángel del cielo y lo conforto, renovando sus fuerzas. Desde este momento Jesús empezó a orar más intensamente y entro en agonía tanto así que sudaba gotas de sangre. El ángel le dio el consuelo más grande, le hizo sentir a Jesús que su Padre estaba cerca de él, que no desfalleciera y que siguiera con misión. Así como a Jesús, Dios nos envía a los ángeles para que nos ayuden y nos consuelen cuando estemos en momentos de peligro y tristeza.
Bienvenido. Aquí encotraras una pequeña parte del mundo que nos rodea, el mundo de los ángeles.
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La agonía hecha Consuelo
No solo nosotros necesitamos de una ayuda proveniente del cielo, sino que hasta el propio Jesús necesito ayuda de su Padre del cielo antes de la Pasión, él le envió a un ángel para su consuelo y tristeza. Cuenta el evangelista San Lucas que Jesús subió al monte de los Olivos como de costumbre acompañado de sus discípulos. Él les dijo a los discípulos que oraran para que no cayeran en la tentación y luego Jesús se aparto de ellos, llego a un sitio solitario se arrodillo y comenzó a orar y le dijo al Padre:- << Padre, si quieres, aleja de mi este cáliz, pero no se haga mi voluntad sino la tuya>>.
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